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Mickaël Gaudin calderero en el Atelier du Cuivre

Con sede en Villedieu-les-Poêles, el Atelier du Cuivre brilla por su reputación nacional, europea e internacional en el ámbito del cobre. Fundado en 1850 en el corazón de la ciudad del cobre, el taller es una de las instituciones más antiguas aún en funcionamiento. Sus artesanos perpetúan estos conocimientos ancestrales trabajando el cobre con gestos, técnicas y herramientas transmitidos de generación en generación. Su saber hacer abarca desde la fabricación de utensilios de cocina hasta la creación de obras de arte y de diseño a medida. Hoy visitaremos a Mickaël Gaudin, artesano del cobre en el Atelier du Cuivre.

¿Podría presentarse brevemente y hablarnos de su formación?

Me llamo Mickaël Gaudin y tengo 30 años. Empecé mi vida laboral como herrador a los 15 años. Después me formé como obrero metalúrgico. Empecé a trabajar en calderería en el Atelier du Cuivre a los 17 años, y aquí sigo desde entonces. Al principio me formé en calderería, luego en repujado manual y, con el tiempo, perfeccioné mis conocimientos de repujado en calderería y pude trabajar en todos los ámbitos, incluido el estañado y el pulido.

¿En qué consiste su trabajo en el Atelier du Cuivre?

Soy repoussista y calderero, además de jefe de taller. Gracias a mi larga experiencia en el Atelier du Cuivre, ahora tengo un buen ojo para la calidad de nuestro trabajo.

¿Qué técnicas específicas utiliza?

El repujado consiste en hacer girar un disco en un torno para darle forma cilíndrica o cónica. También utilizamos el método de calderería, con piezas que pueden estar soldadas o no, según el pedido. Luego tenemos el pulido, que se utiliza para dar a la pieza un brillo resplandeciente. También hago estañado para renovar o hacer utensilios nuevos. El estañado se utiliza para que el utensilio sea apto para alimentos, lo que significa que se le añade una pequeña molécula de estaño en el interior para que los alimentos no entren en contacto directo con el cobre.

A través de

cobre, transmito al público la tradición y la pasión por el metal.

Mickaël Gaudin

¿Cuáles son algunas de las creaciones más emblemáticas que ha realizado?

Una de las piezas más grandes que hice fue una mesa de peltre para un cliente de Beirut (Líbano), que medía algo más de 12 metros. Después, también participé en la realización de una pila de cobre de dos metros y un cirio pascual cincelado para la parroquia de Sainte Jeanne de Chantal, en el distrito XVI de París. También he hecho alambiques y un gran cubo de basura de cobre para Parc Astérix.

¿Qué le gusta de su trabajo?

Siempre me ha gustado trabajar con un material que parece sólido y visualmente denso, y utilizar las herramientas adecuadas para darle la forma deseada. Es satisfactorio trabajar con cobre, que es un metal noble con reflejos extravagantes.

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